COMO DIRÍA CARPIO:

Es el Elche el que me tocó por nacimiento,

y al que debo amar cada año,

a pesar de los desengaños

y por encima del sufrimiento.

   Lógicamente, no me refería a Carpio, lateral derecho procedente de un equipo de 2ªB y que no está pasando, precisamente, con más pena que gloria. Se podría decir que, al menos, mantiene la balanza equilibrada, y eso ya es bastante para venir de una categoría inferior; que no todos los años salen Molinas que acaban jugando en el Camp Nou y haciéndolo envidiosamente bien.

   Bueno, al Carpio al que me he atrevido humildemente a intentar imitar es a Don Félix Lope de Vega y Carpio, un genio de las letras y un maestro en los versos. Pero Lope de Vega sólo hay uno. Y "Betises" que gastan un dineral sin tenerlo, sólo hay uno. Y "Hércules" adinerados y mafiosos cuyos pecados quedan impunes, tampoco hay dos; porque recordemos que, según cuentan las leyendas, el ser mitológico no era corrupto ni sinvergüenza. Que no pretendo en ningún momento insultar al Hércules ni denunciar las injusticias que la federación permite a equipos como Betis, Levante y esos otros que montan equipazos con dinero del Monopoli, y luego, reciben el premio de jugar en Primera, o Liga BBVA (no habría otro nombre mejor para un deporte que maneja el dinero con tan pocos escrúpulos, y ahora no quiero insultar al BBVA, sino a los bancos en general).

Lo que quiero con este arrebato literario es recordarles, a aquellos que todavía se sientan aficionados al Elche CF, que éste es nuestro equipo, el pupas, el Atleti de segunda, o llámenlo como deseen, pero es el que nos ha tocado. Y es el único que nos permite ir cada fin de semana a desahogarnos gritándole a ese personaje fosforito que hace las delicias de esos espectadores que, en ocasiones, no salen de su asombro.

Y aunque suene adulador, tampoco podemos quejarnos tanto. Los chicos se esfuerzan y se comprometen, nos mantienen cada año en una categoría que por lo menos parece que existe. Es cierto que se dice: mal de muchos, consuelo de tontos. Pero no es tan alocado ver a los vecinos del Murcia, que han recibido el Jubileo en Caravaca por ir a jugar un partido OBLIGATORIO, y sentirse afortunado. Tampoco viene mal alzar la lejana vista hasta Cádiz y plantearse si vale la pena subir un añito a primera para luego acabar en el pozo. O a la ciudad de nuestro próximo rival, que siendo más grande y tanto o más importante que la nuestra, no ha tenido un equipo decente hasta este año, y con decente me refiero a que juegue por lo menos en la liga Adelante.

Por lo tanto, está claro que no estamos para echar cohetes, pero tampoco para echar pestes. Si aman ustedes a esa franja verde, si les produce alegría esa combinación de colores, sean pacientes y comprensivos. No les animen si no quieren, cáguense en su calavera de boca para adentro, pero no les silben ni reprochen a gritos, creo que no ayuda en absoluto a nuestro objetivo de que el Elche sea algo mejor. Al fin y al cabo, si una madre es capaz de ver en su hijo gandul y estúpido a un buen hijo, por qué no vamos a poder ver los verdaderos aficionados a un equipo mínimamente decente.

Cristóbal Martínez