visitas

domingo, 10 de abril de 2011

La suerte del campeón decide un partido complicado

Era el momento y el lugar adecuado para demostrar que éste equipo está dispuesto a dar guerra hasta el final de temporada y así lo hizo. Tocado por la barita de la fortuna o con la suerte de los equipos que consiguen hazañas insólitas, el Elche fue capaz de ganar un partido ante un magnífico rival que supo plantar cara en todo momento. La nota más positiva del encuentro no es solo la buena fortuna cara a gol en los instantes más cruciales, sino el saber aguantar la portería a cero después de haber pasado los minutos más complicados de la temporada.

Comenzó el encuentro con un Elche bien posicionado en el campo con un centro del campo insólito ya que salió de inicio Cristóbal (el nuevo fichaje), aunque no lo hizo en su posición natural. Empezó inquietando la meta catalana con jugadas trenzadas e internadas por banda de Xumetra. El Nàstic, pese a que se dejó amedrentar en los minutos iniciales decidió no achicarse y dejarse la piel ante un equipo superior.
Esa superioridad ilicitana se quedó obsoleta debido a que el equipo tarraconés lanzaba sus ataques ante la meta franjiverde incesantemente. Los desajustes defensivos del Elche, con un Samuel descentrado fueron casi constantes durante la primera parte. 

Ya en la segunda mitad, y después de que el partido siguiera con el mismo guión de igualdad en el juego y en las ocasiones Bordalás decidió cambiar la balanza a su favor. Dio salida a David Sánchez y éste cambió el partido. Con sutilezas propias de un jugador fuera de serie supo poner en el campo aquello que faltaba: magia. Sus buenos pases y visión de juego otorgaron unas buenas ocasiones para el conjunto ilicitano, que pasó de ser acosado a acosador.
Palanca entró en escena y la normalidad volvió al esquema. Las jugadas por banda y juego fluido esperaban a que el incesante agobio del Nàstic pasara. Gran parte de que se cambiaran las tornas fue gracias a un providencial Jaime, que volvió a mostrar que Willy Caballero bien estaba hecho de oro como para relegar a semejante portero al banco.

Con la intensidad y el dinamismo propio de un partido de la liga inglesa, los jugadores parecían impacientarse por el nerviosismo y quedó plasmado en la expulsión de Ripa, que no se detuvo a pensar las consecuencias de su dura entrada cuando contaba ya con tarjeta. Cuando todo se volvió oscuro para el Elche, éste aprovechó una de las pocas oportunidades claras que tuvo. Un preciso centro de Palanca fue cabeceado por Xumetra que entró como un tren al remate e introdujo el balón en la red. Ya con el partido encarrilado a favor de los locales el Nàstic intentó no bajar los brazos, pero la expulsión de su portero mermó completamente sus posibilidades. Los ilicitanos ya crecidos por el éxtasis del gol pretendieron sellar el partido ante un equipo que vendió cara su piel, no obstante todo quedó como estaba. 



ELCHE: Jaime, Carpio, Samuel, Héctor Verdés, Ripa, Mantecón, Generelo (min. 82 Bodipo), Xumetra, Cristóbal (min. 62 Palanca), Kike Mateo (min. 58 David Sánchez), Ángel. 

NÁSTIC: Rubén Pérez, Mairata, Medina, Xisco, R. Fuster, Seoane, Bergantiños, A. Rey (min. 60 Eloy), Delporte (min. 63 Tuni), Felipe, Powel (min. 73 Gerardo). 

ÁRBITRO: Ocón Arráiz (comité riojano). Amarillas a Palanca y Ripa por el Elche y a Xisco por el Gicnástic. Expulsiones al preparador físico y al guardameta Rubén Pérez del Nástic por dos amarillas por protestar. También vio dos amarillas Ripa para el Elche. 

INCIDENCIAS: partido correspondiente a la 33ª jornada de liga que enfrentaba al Elche contra el Nástic en el Martínez Valero ante unos 6.782 espectadores. 



Pablo Salazar

0 comentarios:

¡Contacta con nostros!