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miércoles, 2 de febrero de 2011

Un futuro incierto marcado por el ímpetu

Diamante en bruto, proyecto de crack, ídolo de la afición, alocado, violento y agresivo son algunos de los muchos los adjetivos que han marcado a Wakaso Mubarak durante su estancia en el conjunto ilicitano. La única realidad es que este jugador no ha dejado indiferente a nadie durante su paso por el club siendo aclamado por unos y denostado por otros tantos. Ahora que ya no se encuentra en las filas ilicitanas es tiempo de analizar qué tipo de jugador ha sido Waka y qué futuro le depara en un club como el Villarreal.

El joven futbolista ghanés, Wakaso Mubarak, recaló con apenas 17 años en las filas ilicitanas en 2008 procedente del Ashanti Gold SC de la mano de su representante, el cual tiene gran parte de los derechos del futbolista. Tras unos primeros meses entrenando en las filas del Torrellano, el ghanés se enroló en la plantilla ilicitana y fue aclimatándose en su nueva etapa en el futbol español. Desde su debut en el primer equipo del conjunto ilicitano `Waka´ casi siempre mostró sus dos caras.

La “cara A” es la positiva, la de un jugador muy joven, medio-centro defensivo con habilidad para sumarse al ataque, con un físico espectacular capaz de aguantar los 90’ minutos de un partido al máximo nivel, con una aptitud de sacrificio fuera de lo normal y no exento de calidad; mientras que la “cara B” es la de un tipo de futbolista descentrado, irregular, agresivo y en ocasiones violento, que hace que sus “lapsus mentales” se paguen con tarjetas de todo tipo de colores.

Durante el primer año como componente del plantel del Elche CF disputó un total de 16 partidos en liga, en los que en 5 de ellos partió como titular y 11 lo hizo saliendo desde el banquillo. Cerró la temporada sin marcar ningún gol y con un total de cinco tarjetas amarillas y tres expulsiones durante los 503 minutos competidos, algo muy poco convencional en un jugador debutante en la categoría. Además dejó unas sensaciones agridulces en los aficionados ya que se veía que era un jugador que iba para crack pero siempre jugaba al límite, excediéndose en muchas ocasiones.

En la segunda temporada en el club Wakaso Mubarak se asentó en la categoría y se adaptó a la perfección a las exigencias del equipo. Jugó 26 partidos en total en los que completó 14 de ellos partiendo en 24 ocasiones como titular y en 2 como suplente en los casi 2.000 minutos que disputó. Su rol en el equipo se vio elevado ya que la dupla que formó con Acciari fue de las mejores del campeonato y el hándicap de las expulsiones pareció haber desaparecido ya que tan solo le mostraron la roja en una ocasión. El gran estado de forma del que gozaba tras acabar la temporada en la que el Elche casi consigue ascender llamó la atención de los grandes clubs españoles que se disputaron su fichaje.


Tras un verano convulso en el que los franjiverdes se desprendieron de gran parte de la plantilla Waka estaba llamado a ser el estandarte de este equipo que aspiraba a lo máximo, por ello la directiva se cerró en banda a una posible salida. El jugador no defraudó en el inicio de liga ya que comenzó a un grandísimo nivel, en el partido contra el Cartagena ya con el tiempo cumplido, una galopada suya en la banda propició que el Elche se llevara los tres puntos tras dar un pase de la muerte a su compañero Linares. La falta de gol y de atrevimiento de cara a portería que le caracterizaba lo suplió a base de golazos, como el que le endosó a la Ponferradina poniendo el 2 a 0 en el marcador.

No obstante, a medida que fue avanzando la temporada el rendimiento del jugador ha ido en detrimento. Las constantes salidas de tono que ha tenido durante algunos encuentros en forma de duras entradas le han supuesto un total de 12 tarjetas amarillas y 5 expulsiones en las 22 jornadas disputadas hasta la fecha, la más dura, la que sufrió en el minuto 25’ de la primera parte contra el Granada.

Fuerte, agresivo y con un físico espectacular, ‘Waka’ siempre se ha empleado a fondo en la totalidad de los partidos que ha disputado. Su exceso de ímpetu cuando se dispone a ir al corte le ha cargado siempre de tarjetas amarillas y expulsiones, siendo ésta la principal causa de su despido. De esta manera el Elche deja de contar con un portento físico en el terreno de juego, polivalente y que te garantiza, como mínimo, oxigenar al equipo en las segundas partes y dotarle de velocidad. Sin lugar a dudas, Wakaso tiene cualidades para ser un buen futbolista y dentro de un gran club como el Villarreal es capaz de brillar con fuerza si se le liman esas asperezas que le caracterizan. Veremos que le depara el futuro.


Pablo Salazar en colaboración con VE.com

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