CUANDO NO EL DEL PITO, UNA FLAUTA

   El buen intento del conjunto franjivende por traerse los tres puntos de El Alcoraz se ha quedado en un casi. Los ilicitanos han querido, han podido, pero el señor Melero López no se lo ha permitido. Una jugada en la que once de cada diez árbitros sancionarían falta en ataque, ha supuesto el postre del "atracón", o festín, del que el colegiado andaluz ha disfrutado hoy en Huesca. De primer plato, Etxeita a la bolognesa con roja directa; de segundo, compensación incoherente y tardía para el equipo agraviado; y de postre, la jugada mencionada en la que Roberto, delantero oscense, remata un balón ya atrapado por nuestro "araña" Wili. Cierto es que Xumetra ha dispuesto de una última ocasión para haber convertido la nefasta actuación del colegiado en un mero susto fácil de digerir, pero cuando no un pito, una flauta.
   Hoy el Elche ha jugado un partido serio y con predisposición de victoria. Se le ha visto algo más vivo de lo habitual. Además, la suerte le ha sonreido por fin, y en un remate que antes se hubiera ido a cazar palomos, esta vez hemos cazado un golazo, pero la alegría del testarazo de Palanca nos ha durado, casi tan poco, como la suma de minutos en los que el colegiado ha pasado desapercibido. Un semirregalo de Albácar ha sido avispadamente aprovechado por el mejor jugador rival, el brasileño Gilvan. Aún así, los ilicitanos no bajaron los brazos durante ningún momento, y finalmente llegó la recompensa, aprovechando también una jugada algo extraña que transformó Linares. La gran lástima es que el estiloso remate de Bodipo acabara en paradón del guardameta contrario, en lugar de significar la sentencia del encuentro.
   A partir de ahí, ya lo saben, Melero López ha sacado su batuta y ha decantado la orquesta hacia un empate, algo que parece irremediable desde hace más de un mes para los de Bordalás. Un Bordalás que quizá tardó demasiado en sacar al terreno de juego a Wakaso para neutralizar los ataques de Gilvan, y al que todavía le queda el apoyo de la directiva, pero que sigue sin hacer muchas migas con la afición.

Cristóbal Martínez